La maduración de la carne

¿Por qué es necesario madurar la carne?

Durante el sacrificio de un animal, la glucosa, que es la energía necesaria para que funcionen sus músculos, deja de llegar a estos y, por lo tanto, se ponen rígidos. Por ello, si comemos carne demasiado fresca resultaría dura y fibrosa.

Para que resulte más jugosa y sabrosa debe pasar por un proceso de maduración.

Como ya sabemos, la carne, en su mayor parte, está formada por proteínas y agua. Con la maduración de la carne, parte del agua se evapora dando como resultado una carne mucho más sabrosa y con menos peso. Además, las enzimas propias de la carne desintegran los tejidos conectivos del músculo, suavizando su textura de una manera increíble.

Existe un proceso de maduración en seco, el dry-aged, que consiste en colocar la carne en un lugar con una temperatura de entre 1 y 3 grados y una humedad de un 50/60% durante un periodo largo de tiempo que llega a superar los 200 días.

Así que, los carnívoros como yo, disfrutamos de este proceso al máximo por resultar una carne exquisita de sabor y super tierna.